Juan Almendarez
¿Hacia dónde prefieres dirigir la mirada?
-Preguntó el Cascabel al Quetzal.
la respuesta fue el halito del huracán
que unió la vida de estos dos seres.
Así nació la serpiente emplumada
Que saludó el despertar de Venus,
El Lucero del amanecer.
Brotaron los manantiales
desde las entrañas de las montañas
de pinares, robles y liquidámbar;
Las micorrizas, colibríes y mariposas
formaron con las bacterias y los hongos
Las comunidades solidarias.
Crecieron con su exuberancia todos los bosques.
Ixquic, la madre de la genética
Cruzó las semillas de maíz. Con el ayote
El tomate y el frijol Creció la milpa
Para alimentar a los hombres y mujeres
De maíz.
Este fue el surgimiento de nuestros pueblos.
Y así la mirada de Kukulcán fue la respuesta
que desarrolló el espíritu rebelde
De los indígenas originarios.
La indígena, la mujer campesina y garífuna
se comunicaron con los planetas;
el sol despertó al mar Y hasta el infinito,
se pudo apreciar que los rayos benefactores
iluminaron repentinamente los sueños de las olas inquietas.
En el espacio sideral, los haces de fotones
Iluminaron las hamacas donde duermen
Los astronautas milenarios.
La otra mirada fue hacia El infinito horizonte
para alegrar a los seres, cuya comunión
Es el despertar de Kukulkán.
Así se celebra la vida con la madre tierra
Para saludar el porvenir de la humanidad.
Frente a este sueño, surgió en el curso de la historia
la muerte de las orquídeas.
Fue intoxicado el pulmón del planeta
Y la fuerza potencial del corazón, se debilitó.
Surgió de pronto el mal y se enfermó el agua; la codicia del oro,
derrumbó las montañas, rompió el silencio
y la música de las piedras.
Las aguas fueron enclaustradas y la ausencia de libertad
transformó en mercancía el mar y la madre tierra.
Los bosques enfermaron; las balas asesinas mataron los colibríes
y el cazador del planeta colonizó los pueblos.
Vinieron las guerras, bombas atómicas
Y los antibióticos para destruir las bacterias,
los virus, hongos, los bosques y los seres humanos: creció el Capital.
Creció la industria militar; experimentos, y vacunas transgénicas
que cambiaron el mundo de la vida
Por el mundo de la mercancía, la enfermedad
Y la muerte del planeta.
El pharmakon fue el símbolo de verdad y falsedad
De veneno y de remedio, de la espada y de la cruz.
Los bancos financiaron la naturaleza
y los huracanes benéficos, fueron transformados
en los demonios destructivos.
Y al final, en infiernos de injusticia
Que recuerda el poema de la divina comedia.
Kukulkán se ha dormido,
Por los gases del petróleo.
Nuestros héroes y heroínas,
defensoras del agua y la madre tierra,
guardan prisión.
Los depredadores están libres
Para continuar la muerte de las orquídeas.
Hermosa cronología de como el capital se ha impuesto sobre el bien común, afortunadamente, amigo Juan, está historia no ha concluido.
ResponderEliminarUn lindo mensaje padre. Como país debemos crecer ya que los hondureños son grandes seres humanos.
ResponderEliminarBellas palabras para reflexionar sobre el devenir de la humanidad y su espiritualidad
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