Repensar los derechos
humanos y la hondureñización de América Latina
Juan Almendares*
* Ex
rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), ex decano de la
Facultad de Ciencias Médicas UNAH, Magister en fisiología, Doctor en ciencias Sociales
con Orientación en Gestión de Desarrollo, defensor de los derechos humanos,
director ejecutivo del Centro
de Prevención, Tratamiento y Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura.
(CPTRT)
Palabras claves: Acumulación por desposesión,
Patriarcado, Historia y memoria derechos económicos sociales, Colonialismo,
neocolonialismo, Racismo, Clase Social, Esclavitud, Neoliberalismo,
Geopolítica, Necropolítica
Resumen: Honduras
es considerado uno de los países más violentos del mundo con una tasa de impunidad
del 90%. Se plantea la necesidad
de reconceptualizar los derechos humanos en un país militarmente ocupado por
Estados Unidos de America y con una democracia ficticia y donde el respeto a
los derechos económicos-sociales es mínimo comparado con los derechos humanos
formales de carácter individual, civil y político.
Es
un estado Policial Militar y un país ¨experimento¨ en golpes de estado,
procesos de electorales fraudulentos, Estado de excepción y alta corrupción.
En
consecuencia, se hace necesario repensar los derechos humanos y prevenir que
esta experiencia violenta en Honduras se transplante a todo el continente, lo
que hemos llamado: La hondureñización de America Latina.
Propósito: el ensayo que se presenta a
continuación tiene como finalidad, desarrollar un replanteamiento teórico
y crítico de los derechos humanos (DH) a partir de la génesis de la violencia
estructural e histórica que vulnera la totalidad de: las relaciones de
los seres vivos entre sí, las relaciones materiales, metabólicas, espirituales
y culturales entre la sociedad y la naturaleza sobre la producción
y la reproducción de la totalidad dialéctica de la vida y de las
relaciones sociales que tienen lugar en la formación social concreta de
un país mesoamericano como Honduras, cuya realidad social está inserta y
articulada a la mundialización del capital. Lo que ha ocurrido en este país es
una serie de ensayos experiméntales de la explotación, perversidad
política, fábrica de corruptos, tortura y tratos crueles y degradantes; cuyos
métodos y prácticas pueden ser reproducidos en otros Estados
particularmente en América Latina.
Introducción: pensar mediante conceptos y
categorías, establecer sus relaciones entre sí en forma dialéctica e
histórica a través de la praxis social, es pensar en forma
reflexiva y crítica sobre la teoría y práctica de los derechos
humanos (DH).
Si se parte de lo histórico-real de la
emancipación social del sujeto humano donde lo social en su práctica
histórica, material, espiritual, política y cultural; es la forma y
contenido de la expresión real de los conceptos y categorías como
instrumentos que nos permiten comprender la realidad objetiva y subjetiva que
enfrentamos para conocerla, interpretarla y transformarla.
Los conceptos referentes a los derechos
humanos (DH) deben ser históricos, basados en la vida real y
sus necesidades materiales, que se expresan por medio de la economía
política de producción, la reproducción social y por medio de las
relaciones sociedad-naturaleza (destrucción ambiental, cambio climático global)
en el marco de la unidad dialéctica de la totalidad histórica planetaria.
La concepción reduccionista de los
derechos humanos (DH) a lo jurídico, al Estado o a la sociedad civil sin
considerar las categorías como: la explotación humana, la tasa de ganancia o
plusvalía, el conflicto de clase, el patriarcado, la violencia de género el
sexismo, el racismo, la discriminación, la exclusión social (migraciones), la
dependencia y las relaciones imperialistas entre los Estados; agravan la
situación de los derechos humanos de los individuos, grupos sociales y
comunidades.
Sin desconocer los aspectos positivos que
tienen algunos conceptos y categorías que tiene la Declaración Universal de los
derechos humanos (DH) de La ONU 1948, nuestro punto de partida serán las violaciones
a los derechos económicos, sociales, territorios y procesos de conquista,
colonización y neocolonización y coloniaje de Honduras.
I.
Contexto
Histórico (Hitos Históricos)
“La significación exacta del hecho
colonial…Si con algún movimiento fundamental de la historia ha de relacionarse
la colonización de América Latina, es con la acumulación originaria a escala
mundial entendida como un proceso que implica la acumulación sin precedentes en
uno de los polos del sistema, supone también necesariamente la des-acumulación,
sin precedentes. Por lo tanto y a condición de no tomar la concentración de
tierras esclavistas o feudales en América por un proceso de acumulación
originaria de capital local, es evidente que el
movimiento metropolitano de transición al capitalismo frenó, en lugar de
impulsar el desarrollo de este modo de producción en las áreas coloniales.
Tal como lo percibió Marx, el excedente económico producido en estas áreas no
llegaba verdaderamente a transformarse en capital en el interior de ellas,
donde se extorsionaba al productor directo por vías esclavistas y serviles, son
que fluía hacia el exterior para convertirse, allí sí, en capital” (Agustín Cueva).
El desencuentro civilizatorio de Honduras
se inicia con el último viaje de Cristóbal Colón (Trujillo). La conquista se
desarrolla en 1492 y el proceso de colonización en el cual se desarrollan
cuatro fenómenos:
-
La
esclavitud
-
El
racismo
-
Conquista
-
Colonización
La esclavitud de indigenas que no eran
considerados como humanos, es decir seres inferiores.
Los españoles reafirmamos las ideas
patriarcales del imperio español, señalando exclusivamente a la dominación y
colonización y haciendo referencia al imperio británico que tuvo que intervenir
y apropiarse de ciertas áreas como las costas del Caribe, las Islas de la Bahía
y la Mosquitia. Esta observación no hace referencia al pueblo español o el
pueblo británico que también sufría las consecuencias de la hegemonía de estos
imperios.
En 1821 Honduras, adquiere la
independencia formal y política del dominio español y en 1838 se independiza de
Centro América. En 1822 se anexa en México por el imperio de Iturbide. Los colonizadores explotan a fuerza de
trabajo a los indígenas y al esclavizarlos, también por las visiones
patriarcales que estos tenían, sometieron a las mujeres, la explotación de
materias primas contribuye a la acumulación del capital en los imperios hegemónicos
mientras se da una des-acumulación de bienes en Honduras.
La
conquista: durante este periodo se
produjo en choque cultural mesoamericano que afectó a hombres y a mujeres, sin
embrago, las mujeres fueron las
más afectadas debido a la
agudización de la violencia, el
sometimiento, humillación y despojo de sus riquezas y núcleo familiar por
parte de los conquistadores, también se desarrolló el racismo hacia los hijos
de indígenas y españoles y la mujer fue considerada como un simple objeto
sexual, cabe mencionar que la
crueldad no solo se produjo con
las mujeres indígenas sino también con las mismas mujeres españolas que eran
llevadas como mercancía.
La
colonización: es el asentamiento de
las sociedades, la mujer tiene un papel importante en la preservación y
reproducción de la especie y por lo tanto en la estructuración del núcleo oligárquico,
donde se acentúa el papel de la mujer indígena en la servidumbre y el racismo.
Es
de hacer notar el papel de la iglesia católica en la construcción del racismo
debido a que los indígenas no eran considerados como seres humanos, ya que para
los españoles no tenían alma y debido a la necesidad de una mayor fuerza de trabajo para extraer las materias primas como
minerales, se acentuó el racismo con la importación de los negros y negras a
América, en todo este proceso de las etapas señaladas, debido al alto
componente patriarcal de los españoles y el sometimiento de las mujeres, se
desarrolló el patriarcado que acentuó la explotación de las mujeres.
I.1 Contexto Geopolítico
Honduras es un país de América, ubicado en el centro-norte de América Central
está limitada al norte y al este por el mar
Caribe, limita al sureste con Nicaragua, al sur con el golfo de
Fonseca y El Salvador, y al oeste con Guatemala, su extensión territorial
comprendiendo todas sus islas, es de 112 492 km². La población supera
los 8.7 millones de habitantes.
En materia geopolítica por su ubicación geográfica Honduras
desde la colonización ha sido un país estratégico en América Latina por sus
puntos geográficos que permiten la comunicación marítima, área y terrestre con
sus dos costas: Atlántica y Pacifica, esto ha permitido establecer una vía
interoceánica que es clave para las relaciones comerciales y políticas de EEUU
con América Latina y el mundo.
¿Por qué Honduras es importante para Estados Unidos en
materia Geopolítica, Militar y Económico?
Honduras y Mesoamérica
El destino, pragmatismo, positivismo, fundamentalismo
teológico, racismo y la expansión del capital han fundamentado la geopolítica
de EEUU y las relaciones Históricas con América Latina y particular con Honduras,
con esto puntualizamos lo siguiente:
La reforma liberal de Marco Aurelio Soto abrió las puertas y
facilitó la neo colonización de Honduras por sus materias primas, Honduras fue un país minero antes de
ser bananero, la primera huelga en Honduras fue en Yucarán en 1871 ,
esta explotación minera quebró la estructuras que permitió el desarrollo del
país para crear un Estado soberano e independiente, el control que tuvieron las
empresas mineras en el área de Centro América fue evidente ya que no solo controlaron la economía si no la
parte política, ideológica y social del país.
Una pequeña población (La Lima) se convirtió en la capital
económica del país y se pudo apreciar el racismo de estas empresas al separar a
dos pequeñas ciudades, La Lima Vieja y la Lima Nueva, la Lima Nueva estaba
modernizada y solo vivían altos empresarios en sus campos de golf y donde
predominaba el idioma inglés, costumbres y valores del “American Way of Life”
así mismo existían los cuerpos policiales y matones de turno.
En este proceso se desarrolla un conflicto entre los
trabajadores y las empresas bananeras que se constituyó en la huelga general de
1954 los resultados de las conquistas logradas se resumen en lo siguiente:
-
El derecho a la Organización.
-
La reducción de la jornada laboral a 8 horas.
-
El derecho a la maternidad.
-
El derecho al voto de la mujer
-
Mejoras en la seguridad social
-
Creación del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS)
-
Derechos campesinos
Sin
embargo, como respuesta a la lucha obrera de la huelga del 54 se pudo apreciar
que se fortalecieron las Fuerzas Armadas y se desarrollaron tratados Militares
con Estados Unidos para tener mayor injerencia en Honduras.
Reflexiones sobre Derechos Humanos, Tortura y
Tratos Crueles Inhumanos y Degradantes y la Justicia Ecosocial y política.
I.
La violación de los
derechos humanos (DH), tortura y tratos crueles inhumanos y
degradantes en el Siglo XXI, es producto del proceso histórico
dominante de los países capitalistas que articulados a las oligarquías de
los Estados dependientes conforman estructuras de violencia que se fundamentan
en el clasismo, el patriarcado, el racismo y las agresiones contra el género
y la diversidad sexual.
Una de las consecuencias
principales de la acumulación por desposesión es la migración de las
poblaciones del campo a la ciudad y a los países dominantes, en otras palabras
la migración es consecuencia de la concepción racista y de la explotación
humana donde las personas venden su fuerza de trabajo a los países dominantes
como si fuera una mercancía barata, esto agrava la desigualdad y la exclusión
social, el despojo a los pueblos
de su cultura y dignidad
historica, e incrementan la destrucción ambiental creando
verdaderas estructuras de violencia que se reproducen continuamente mediante estas relaciones
de dominación. Estos países se articulan políticamente con el
objetivo de reproducir y desarrollar estructuras de
violencia mediante: la creación de Estados Policiales Militares de
carácter punitivo, persecutorio y carcelario, la guerra psicológica
y mediática, el terrorismo de Estado, el fraude, la corrupción, guerra
del complejo militar teológica fundamentalista que se manifiesta por;
la impunidad, la violación de los derechos humanos en nombre
de “la democracia”, del progreso, de la modernidad, de la
civilización, del destino manifiesto y de la globalización imperial de los
países dominantes.
II.
La mayor parte de
las organizaciones de derechos humanos con
algunas excepciones son funcionales al sistema de una democracia formalista pero
que es totalmente desigual en el sentido social y económico, en el caso
particular de Honduras nos hacemos la siguiente pregunta ¿Es posible
una democracia real en
un país militarmente ocupado por Estados Unidos?
Un ejemplo de esta situación es el caso de la OEA y sus organizaciones satélites de
derechos humanos que son parte de la política agresora, por
consiguiente, están más concentradas en la defensa de los
derechos individuales, civiles y políticos y no en
los económicos sociales vulnerados por los
tratados comerciales desiguales entre Estados Unidos y Honduras cuya
violaciones no son vinculantes a las leyes de una democracia formal.
En consecuencia, existen
personas y sectores del movimiento social de no obstante de ser
reconocidos como defensores y defensoras de los derechos humanos en
el sentido real y si lo son, son objeto
de represión política e institucional.
Por consiguiente, los
y las auténticas defensoras y defensores de los DH ya pertenezcan a
las organizaciones no gubernamentales o al movimiento social, se convierten
en objetivo de las estructuras de violencia, por lo cual viven, y
trabajan bajo el terror y la amenaza o sufren agresiones
e incluso pueden ser asesinados por los cuerpos represivos del Estado.
III.
Aunque existe una visión
universal de los derechos humanos en
los tratados, convenciones internacionales y en las constituciones de
los países, se requiere un enfoque más sistémico y ético que
contextualice la situación de los DH, ya que esta concepción sigue teniendo un reduccionismo e
individualismo que enfatiza en los hechos singulares pero muy poco en las
causas estructurales de la violencia en los derechos colectivos,
económicos y sociales de las familias y
comunidades.
Ejemplificando los tratados
comerciales desiguales favorecen la corrupción y no son vinculantes a la leyes
nacionales ni internacionales, por ejemplo, se permite la contaminación de las
aguas por metales pesados lo cual daña el ambiente y la vida de las personas,
mediante la utilización de tecnologías que resultan ser de bajo costo, alta
ganancia y un daño irreparable al ambiente y a la vida de los seres humanos.
IV.
La separación de
los derechos económicos sociales los derechos humanos, es un indicador de las estructuras
colonialistas y neocoloniales que
se han acentuado aún en el siglo XXI, con
el fenómeno de la acumulación
capitalista por desposesión.
La creación de
las zonas especiales de desarrollo donde no existe un verdadero
control del Estado, acrecenta la desigualdad social
y económica dado que estas zonas tendrán leyes y
estructuras propias, que no estarán sujetas a las leyes que protegen
a la clase trabajadora y por lo tanto
los trabajadores campesinos y obreros serán objeto de
bajos salarios, por otra parte habrá un despojo de
la cultura de la subjetividad o sea de las emociones donde
las personas serán sometidas a la exclusión y a tener una
vida miserable.
Las corporaciones transnacionales desarrollan políticas
basadas en la acumulación histórica del capital para apoderarse del patrimonio
genético, intelectual y cultural de los pueblos, estas corporaciones
son tan nefastas que usan el nombre la democracia y la civilización desarrollan
los monocultivos de banano, caña de azúcar, palma africana, industrias extractivas
mineras, refinerías, exploraciones y explotaciones petrolíferas, camaroneras,
ganadería que sirve de carne para las hamburguesas e ingeniería
genética para producir los alimentos modificados genéticamente (transgénicos),.
Transforman los bosques y valles en siembras masivas de maíz, palma africana, transgénicos
para la producción de agro-combustibles. En consecuencia; aniquilan la
producción de alimentos de los países pobres para alimentar el ganado y
producir combustibles a expensas del hambre.
En adición a
lo anterior; las empresas hidroeléctricas y la
apropiación estratégica de la energía que
resulta más onerosa a las comunidades
y mayor ganancias a las empresas transnacionales y que sirve
esta energía para continuar explotando el extractivismo minero, metálico y
no metálico como el petróleo.
V.
Los procesos
de investigación técnica y científica de derechos
humanos son casi incompatibles con una metodología que tenga
como fundamento el positivismo y que considere que la
realidad social es neutra. Existen
componentes importantes como: lo histórico y dialéctico puesto que
los datos pueden ser instrumento para identificar y
perseguir las víctimas o sobrevivientes que han sido objeto de
las políticas criminales y represivas de un estado punitivo persecutorio
y carcelario. Por lo tanto, se requieren enfoques metodológicos que protejan tanto
la vida de los investigadores como de las víctimas de
los sobrevivientes.
Estas reflexiones
iniciales nos sirven para valorar con mayor profundidad qué está ocurriendo en Honduras y en Centro América en materia de
derechos humanos y justicia ambiental. ¿Existe una situación igual o diferente
a la década de los años ochenta cuando estaba en apogeo la guerra
centroamericana? O, por el contrario, ¿se ha producido una ruptura en lo que
fue la vieja doctrina de seguridad nacional donde los perpetradores eran
claramente definidos e identificados como miembros del aparato represivo del
Estado? ¿Existe “la guerra entre nosotros” ocasionada por la
globalización neoliberal? ¿Ha empeorado o no la violación de los
DDHH con respecto a la década de los años ochenta?
El gobierno
del presidente Ricardo Maduro (2002-2005) se caracterizó por una
guerra contra la delincuencia, por la estigmatización de la niñez y de los grupos
juveniles organizados tales como las pandillas llamadas incorrectamente
“maras”, mediante la estrategia de la “tolerancia cero” (que fue instrumentada
en Nueva York contra sectores de hispanos y afro descendientes de los propios
EE. UU). Esta política fue acompañada de una campaña masiva
de manipulacióntal que creó en el imaginario colectivo la idea de que
la mejor medicina contra las “maras” era el exterminio o la justicia por las
propias manos.
A raíz del Informe de la
relatora de las Naciones Unidas, la presión nacional e internacional acerca del
involucramiento de policías y militares en la muerte de jóvenes, el gobierno de
Maduro crea una unidad de prevención de la violencia contra menores y la unidad
de investigación del asesinato de menores adscrita a la Dirección de
Investigación Criminal.; además aprueba e inicia el Protocolo Facultativo
contra la Tortura (OPCAT).
La siguiente pregunta
obligada es: ¿Ha cambiado la política sobre los DH, por parte del Gobierno
del Presidente Manuel Zelaya Rosales que se inicia en el año 2006,
con respecto al Gobierno de Ricardo Maduro?
Desde los años ochenta
hasta el presente ninguno de los gobiernos ha declarado la verdad ni ha
erradicado la impunidad en el caso de las y los “desaparecidos” y otras
violaciones a los derechos humanos. Durante la campaña electoral el contenido
de la propaganda del nuevo gobierno estuvo nutrido de mensajes referentes a la
defensa de los derechos humanos y se reconoció la necesidad de separar a la
Dirección de Investigación Criminal del Ministerio de Seguridad, rehabilitar a
las “maras” y depurar los cuerpos policiales, además de respetar la unidad de
prevención de la violencia y asesinato contra menores sin embargo estas
propuestas han quedado en promesas de una campaña electoral.
Se tratará de
sintetizar qué es lo que está ocurriendo con respecto a los DDHH y si existe
una nueva o vieja política de seguridad. A nuestro juicio existen nuevos
elementos que bien podríamos llamar una “nueva política” y que aquí llamaré
directamente la Nueva Doctrina de Seguridad Nacional de
Honduras. Esta Nueva Doctrina tiene algunos elementos de la vieja
doctrina; está vinculada a la seguridad hemisférica militar, a la geopolítica
(Honduras es un país ocupado militarmente por los Estados Unidos de América) y
a cualquier acto de protesta o manifestación de los sectores sociales en contra
de los intereses multinacionales y por la defensa de la soberanía alimentaria y
de los de los pueblos.
El otro componente de
esta Doctrina es la constitución de un cuerpo especial de policías y militares
que estuvieron acusados de haber participado en actos de tortura y violación de
DH, tanto en la década de los años ochenta como en época más reciente. Su
entrenamiento continúa en la Escuela de las Américas y sus subsidiarias en El
Salvador, Guatemala y Honduras. Entre estos agentes se destacan algunos que
ocupan cargos importantes en el aparato de la Seguridad del Estado actual.
El proceso de reformas a
las leyes se caracteriza por ser punitivo y estigmatizante tanto que
hasta los mendigos y los pordioseros están condenados a la cárcel. La
manipulación ha sido tan inverosímil que se ha acusado a las “maras “de ser
parte de un plan del terrorismo internacional. Mientras los torturadores y los
delincuentes de cuello blanco gozan de toda impunidad y de los privilegios del
sistema. Se reconocen los problemas que ocasionan el crimen organizado y
la corrupción, pero no existe un plan concreto y específico para
ayudar a resolver esta problemática.
¿Cuáles son los elementos en la Política de
Seguridad que caracterizan esta nueva Doctrina? La re-militarización de los cuerpos
policiales, que se refleja con el nombramiento de un profesional militar en el
ministerio de Seguridad, a pesar de que existen profesionales egresados de la
Academia Policial; mejores condiciones salariales militares en comparación
con las policiales. Los cuerpos policiales están obligados, a recibir
órdenes y saludos militares, lo cual resulta, a todas luces, y para esta
estructura, una situación humillante.
A pesar de que el
ejército está entrenado para matar y participar en guerras y la policía en el
manejo violento de la población civil, tradicionalmente los gobiernos presentan
en los medios de comunicación a los militares como los héroes en el control de
la delincuencia, exhiben los tanques de guerra y las armas pesadas para
aterrorizar no sólo a los supuestos victimarios sino a la población civil. El
resultado de esta propaganda de los gobiernos “civiles y democráticos”
paradójicamente es crear la imagen de la supremacía militar sobre la
civil.
La re-militarización se
observa también en el contexto centroamericano e internacional de la
guerra, en el envío de tropas mercenarias por parte del gobierno anterior a
Irak y el entrenamiento supuestamente privado de militares y
ex militares, quienes fueron enviados como guardias de seguridad y
posteriormente engañados y obligados a ser mercenarios en Irak.
El caso de la creación
del enemigo imaginario y la necesidad de justificar los gastos militares y la
participación del ejército en las presentes y futuras guerras sobre todo en el
contexto latinoamericano tiene su nombre: plan Colombia, Plan Puebla Panamá y
las acciones frente a los escenarios de Venezuela, Cuba, Bolivia,
Haití; las reuniones hemisféricas militares frecuentes en Honduras,
el Salvador y Guatemala; la construcción de un muro y renovación de
la base militar de Palmerola (Honduras); la construcción de nuevas
instalaciones bélicas estadounidense en diferentes zonas del país,
con el pretexto de combatir el narcotráfico. El envío de tropas hondureñas a
Haití, aduciendo razones de apoyar a los cuerpos represivos de este país
hermano contra las “maras” y enseñar las experiencias de Honduras en actos de
genocidio en las cárceles y la creación de leyes punitivas en contra de la
juventud.
La re-militarización no
es un fenómeno nuevo propio del gobierno presente. Es una institución que
siempre ha mantenido o ha sido instrumento del poder ya sea nacional o
transnacional. Históricamente ha sido autoritaria, represiva y desprestigiada
por los privilegios, las violaciones a los DH, la impunidad y la
corrupción.
La única manera de
recuperar el “prestigio”, del sistema militar es creando una ideología de
garantes de la “democracia”, de la paz, y de aparecer como héroes en la guerra
contra la delincuencia y particularmente con los nuevos enemigos que
ya no son los subversivos, sino las “maras” a las cuales se les responsabiliza
de los mayores desastres sociales y de la violencia, aun cuando se sepa que en
los actos delincuenciales y de agresión, están involucrados los cuerpos
policiales militares, exmilitares, el narcotráfico y los delincuentes de cuello
blanco. Las “maras” son grupos juveniles segregados de la sociedad,
cuyas prácticas violentas son favorecidas por las drogas, el contrabando y la
promoción de la venta de armas. A esta juventud sólo se le ofrece leyes
represivas, cárcel, tortura y muerte y nunca un proceso
de rehabilitación. El problema de las “maras” puede ser
explicado, aunque no en su totalidad, por el fenómeno migratorio que
tiene una fuerte base en la economía política, en la guerra, en el
extrañamiento cultural y en las políticas represivas.
En lo económico porque
las relaciones económicas desiguales entre el Norte y el Sur conducen al
empobrecimiento y a la negación de fuentes de trabajo, que al no existir en
nuestros países conducen a los jóvenes a emigrar hacia el Norte, donde son
sometidos a políticas racistas, a violaciones sistemáticas de los DH, a la
humillación, al ultraje y a la pérdida de la dignidad e identidad
cultural.
El otro “enemigo” para
los cuerpos represivos, son los defensores de los DH, y el medio ambiente,
quienes son estigmatizados como “defensores de
los delincuentes” y por lo tanto “responsables de la
violencia”.
La imagen creada en el
subconsciente y consciente colectivo de enemigos a los cuales es necesario
limpiar de la sociedad, es promovida por una campaña sistemática
y financiada de propaganda por parte de los medios de comunicación, en los que
se promueve la justicia por las propias manos y la normalización de la muerte.
La idea que prevalece en la mayor parte de la población es que hay que
exterminar a las “maras” y a los niños y niñas pobres que ‘ensucian’ la imagen
del país. Por otra parte, la impunidad y el terrorismo de estado está
al orden del día. Los medios anuncian desde hace varios años que autos con
vidrios oscuros y sin placas asesinan a niños y niñas en las calles o en las
comunidades pobres o bien, que sujetos enmascarados incursionan en las casas de
los pobres y secuestran a los jóvenes que después aparecen ajusticiados.
La tasa de homicidios de
Honduras es una de las más altas en América Latina, sin embargo, en la mayoría
de los casos no se sabe quién es el responsable de tales homicidios. La tasa de homicidios es un indicador
que no precisa la violencia estructural que existe en el país y la
responsabilidad del Estado, lo cual contrasta con la tasa de impunidad que al
mantenerse más del 90% durante varios años, nos indica la responsabilidad del
Estado en estas muertes y que no existe un verdadero sistema de seguridad en
Honduras a pesar de los gastos enormes en defensa y seguridad que contrastan
también con los gastos en educación y salud que son menores.
La remilitarización de la
sociedad implica también la privatización de la vida, el agua, la salud, la
energía, la educación y hasta de las fuerzas de seguridad que son las garantes
de los intereses del mercado, de las multinacionales y son instrumento de la
represión en contra de: indígenas, garífunas, pobladores, obreros, estudiantes,
ambientalistas, defensores y defensoras de derechos humanos y sobre todo de los
“sin derecho”.
Desde hace varias décadas el pueblo ha sido
aterrorizado por las escopetas, rifles y pistolas de las empresas de seguridad
que pagan bajos salarios a los guardias que custodian las gasolineras, los
bancos, las calles, las industrias, los megaproyectos y los enclaves mineros y las represas hidroeléctricas la oligarquía y
las transnacionales.
Por los operativos militares y
policiales, durante los cuales se detiene a las personas en forma ilegal por no
portar la tarjeta de identidad o porque tienen tatuajes
corporales.
La privatización de la
seguridad es alarmante, porque existen más guardias privados que militares en
servicio. Por otra parte, de estas empresas de seguridad son dueños
los militares, ex militares o miembros y ex miembros de los cuerpos policiales
y que han estado vinculados a la violación de los DH y al asesinato de
dirigentes populares.
Los sistemas represivos
han entrado en el mundo de las mercancías. Existe una tendencia a privatizar
las cárceles. En el modelo de globalización todo se resuelve por un mercado que
favorezca la acumulación histórica del capital. Empresas privadas de otros
países, desde hace muchos años entrenan a civiles y ahora quieren incursionar
en las cárceles; ya han entrenado a tropas mercenarias que han participado en
Irak y desde luego están formando parte de la Nueva Doctrina de la Seguridad
Nacional.
Con el objeto de promover
una imagen positiva de los cuerpos represivos se presenta al ejército y a la
policía como elementos fundamentales para la guerra contra los zancudos,
utilizando aparatos de fumigación y empleando en forma masiva plaguicidas o
bien los militares son los nuevos héroes de la reforestación con un presupuesto
en el que el 70 % es para el ejército y el 30% para la siembra de
árboles.
El otro fenómeno violador
de los DH, es el sicariato, que aparece como algo oculto, invisible, realizado
por venganza. Se culpa al narcotráfico, pero detrás de éste están los asesinos
de dirigentes populares y ambientales.
El sicariato también fue utilizado en la
década de los años ochenta y puede ser nacional o trasnacional. Es otra forma
de privatizar la muerte convertida en mercancía. El sicariato o
“matar por encargo” es un procedimiento ahora casi institucionalizado. En el
curso de este año nosotros denunciamos que estaban asesinando a la población
indígena tolupán en Yoro, a vista y paciencia de las autoridades locales. El
precio era 10 mil lempiras por cada persona. En esa comunidad las vacas habían
desplazado a los humanos en el precio por su vida o por su cabeza. El sicariato
casi siempre va acompañado en alguna manera de un vínculo con sectores de poder
o de la estructura represiva. Este modo de matar crea terror en las
comunidades.
La violencia estructural en Honduras hay que considerarla en un
enfoque basado en la totalidad de la realidad social que está relacionado con
la historia social y patriarcal con la desigualdad social y con aspectos con un
concepto de guerras total no declarada contra el pueblo hondureño, fundamentada
en la ocupación militar del país, en el Estado policial militar y en los
fundamentalismos teológicos, ideológicos, racismo, sexismo y conflicto de
clases. Esto se refleja en la programación de la muerte y la enfermedad y
destrucción en mayor grado de los niños, niñas y mujeres.
Como se demuestra en las cifras de la tabla a continuación.
1.084 niños y jóvenes
|
murieron a causa de la violencia en 2015, el 50% de ellos
asesinados
|
11.894 menores de 23 años
|
fueron asesinados los últimos 18 años
|
2 niños cada día
|
mueren por causas violentas
|
240.000 niños sufren desnutrición crónica
|
o sea un niño sobre cuatro sufre desnutrición
|
66% de los niños
|
no tienen acceso a la educación secundaria
|
2.500 niños cada año
|
sufren agresiones sexuales
|
95% de las violencias sexuales
|
vienen del entorno familiar
|
10.028 niños que viajaban solos hacia Estados Unidos
|
fueron detenidos y deportados
|
99% de la población
|
no tiene acceso a la educación superior
|
Más de 10.000 niños
|
viven en las calles
|
30% de las mujeres embarazadas
|
es menor de 18 años
|
50% de los embarazos en menores
|
tienen su origen en violaciones
|
14% de los niños
|
Trabajan
|
La mortalidad materna por cada 100 mil habitantes
|
Es más alta que la tasa de homicidios por cada 100 mil hab.[1]
|
Tabla 1
Fuente de los datos: (hondurasinmiedo.org)
La
violencia en Honduras a dejado 46,500 muertos en los años del 2000 a 2011
(www.elheraldo.hn)
La
violencia estructural anteriormente citada se ha agravado por las siguientes
condiciones:
La falta de
aprobación y aplicación de una ley sobre la transparencia y el
crecimiento del armamentismo, la corrupción y la distorsión de la
conciencia de la población, la privatización de los derechos en función de las
multinacionales (tratados comerciales desiguales, TLC (USA) y con Europa;
las concesiones mineras, bananeras, camaroneras bochornosas)
son elementos suficientes para crear un clima propicio donde las víctimas son
consideradas como los victimarios y los responsables de la situación de
violencia quedan impunes.
Desde el punto de vista
histórico podemos afirmar en forma categórica que no ha existido un momento en
que hayan estado ausentes el sufrimiento y el terror durante el colonialismo,
neocolonialismo y la globalización.
Presentamos a
continuación varias consideraciones y situaciones históricas sobre el
terrorismo. De antemano expresamos nuestro profundo rechazo a los actos terroristas.
Para nuestra filosofía de la esperanza nosotros, como pueblos de América
Latina, debemos luchar contra el terrorismo porque por siglos hemos estado
sometidos a esta horripilante barbarie.
La democracia real se logra mediante la lucha por la emancipación social
y política de un pueblo al construir la verdad histórica, la libertad, la
justicia social en unidad con la emancipación de pueblos del mundo frente a la
historia de la mentira, racismo, el patriarcado, la violación contra el género,
la diversidad sexual, el trauma social, el terror, la tortura, el asesinato y
las violaciones de todos los derechos humanos.
En el año 2009, se produce el golpe militar contra el pueblo de Honduras
patrocinado por la oligarquía y ejército hondureño aliados con la ultraderecha
norteamericana, europea y latinoamericana.
Honduras
es el epicentro del laboratorio experimental de los Golpes de Estado,
inteligencia militar y tortura en América Latina por ser un espacio geopolítico
clave en la estrategia militar por sus contactos con los diferentes puntos
geográficos y por ser con El Salvador un canal seco para comunicar
el Atlántico con el Pacifico, aéreos,
marítimos y territoriales que lo relacionan con los diferentes países del
mundo.
En el marco de esta política se ha desarrollado una guerra total contra
el pueblo donde el Estado de Excepción es una regla permanente puesto que la
impunidad de los cuerpos represivos es mayor que el 90%.
La guerra total es económica, política, ideológica, mediática, policial,
militar, jurídica, fundamentalista religiosa contra las fuerzas opositoras al
régimen opresivo.
Sea la oposición: partidos políticos, movimientos indígenas, garífunas,
ambientalistas, derechos humanos, organizaciones campesinas, obreras,
feministas y de la diversidad sexual.
Estas políticas racistas han obligado a la emigración de más de 50 mil
hondureños hacia Estados Unidos de América, Europa y violan fundamentalmente
los derechos económicos, sociales y ambientales por la acumulación de capital
por desposesión y despojo de todas las formas, condiciones y calidad de vida
donde existe una democracia encarcelada por la dominación imperial.
El 26
de noviembre de 2017 se producen las elecciones presidenciales, Congreso Nacional, alcaldía
municipales donde las fuerzas de oposición participaron en condiciones de
desigualdad en el marco de un Estado policial/militar:
1.
El garante del proceso electoral fue las
Fuerzas Armadas (autores del golpe 2009).
2.
El Tribunal Electoral integrado sin la
participación de las fuerzas de oposición y el Presidente del Tribunal
representante del sector oficialista participó en otros procesos fraudulentos.
3.
La Fiscalía General de la República y la
Corte Suprema de Justicia fueron controladas por el oficialismo.
4.
No se produjo reformas a la Ley
Electoral que fueran más justas.
5.
No se establecieron los mecanismos
técnicos de transparencia electoral.
En base a lo anterior el conteo electoral y todo el proceso fue manejado
en forma fraudulenta, en consecuencia perdió legitimidad ante el pueblo
hondureño y la comunidad internacional.
La instauración de un toque de queda en el proceso de conteo electoral
es poner de manifiesto la pena de muerte, la tortura psicológica de un Estado
de Excepción sangriento y la guerra contra el pueblo.
Según
el informe del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH)
en
el proceso electoral y post electoral hubo 31 personas
muertas en las manifestaciones; pero la oposición calcula que mas de 40
personas fueron asesinadas.
(http://conadeh.hn/crisis-post-electoral-derechos-humanos-y-orden-democratico-de-dialogo-por-bien-comun-en-el-marco-de-nuestro-mandato-constitucional-de-defensa-garantia-y-promocion-de-los-derechos-humanos-de-los-ha-2/)
Cerca de 2500 personas detenidas durante
protestas que son enjuiciadas en el batallón del ejército y 25 detenciones que judicializadas y enviadas a la cárcel de máxima
seguridad en el municipio de Ilama.
Durante el año pasado (2017) el Congreso
Nacional, introdujo una Ley Antiterrorista
(https://mail.google.com/mail/u/0/#search/homicidios/161599be46ddec83)
Durante este fraudulento conteo electoral se manifestaron en contra
empresarios y se revelaron la Policía Nacional (el sector básico de las
fuerzas especiales de los cobras y otros niveles) para expresar su repudio a
las órdenes oficiales de represión contra el pueblo y la discriminación y
violación de sus derechos ante los privilegios de las jerarquías policiales y
militares. Las Fuerzas Armadas obedecen más órdenes del Comando Sur que a
lo establecido en la Constitución de la Republica.
Expresamos nuestro reconocimiento a todos los periodistas, comunicadores
sociales, observadores electorales y defensores/as de los derechos humanos
honestos nacionales e internacionales que han y siguen siendo solidarios con el
pueblo de Honduras que lucha pacíficamente por su derecho soberano y de auto
determinación.
Rechazamos cualquier maniobra o proceso de golpe, sea militar o de cualquier
naturaleza que sirva a los intereses de Estados Unidos o cualquier potencia
hegemónica u organismo internacional como la OEA y sus cuerpos satélites que
han sido gestores de Golpes de Estado en América Latina y Honduras.
Con dignidad y responsabilidad histórica, abrazo la lucha del pueblo
hondureño por la emancipación social , política, soberanía y autodeterminación
y liberación de la ocupación militar de los Estados Unidos.
La verdadera lucha por los derechos humanos no solo es por los derechos
individuales, civiles y políticos sino contribuir a derrotar las políticas
nefastas de acumulación del capital, del coloniaje y del colonialismo imperial.
Unidad y lucha contra la Hondureñización de los Golpes de Estado en
América Latina.
Nota de agradecimiento:
Agradecemos la colaboración
técnica de la Arq Alejandra Padilla, la Lic. Azalia Espinoza, y la contribución
técnica de ideas de Jefry Izcano .
Referencias Bibliográficas
1.
Convenio
Militar Estados Unidos y Honduras
2.
Cifras tasa de muertes a
menores
3.
Estados Unidos y el
problema Militar en América Latina
4.
Honduras
el País con mas homicidios en América Latina
5.
Huelga
Bananera
6. Informe CONADEH
7. Muertes en Honduras http://www.elheraldo.hn/alfrente/564873-209/la-violencia-ha-dejado-46450-muertos-en-honduras-en-los-ultimos-once
8.
Tasa
de Emigración de Hondureños – Observatorio Consular y migratorio de Honduras https://www.conmigho.hn/
Bibliografía
1. Silvia
Federici. (2004) referencia Calibán y la Bruja https://www.traficantes.net/sites/default/files/pdfs/Caliban%20y%20la%20bruja-TdS.pdf
2.
Gerda Lerner
Título original: THE
CREATION OF PATRIARCHY Oxford University
Press, Inc., Nueva York
© 1986: Gerda Lerner
© 1990 de la traducción castellana para España y América: Editorial
3.
David Harvey (2004) - El “nuevo”
imperialismo : acumulación por desposesión
Socialist
register 2004 (enero 2005). Buenos Aires : CLACSO, 2005.
Tema Riqueza; Propiedad; Imperialismo;
Capitalismo; Capital;
4.
Agustín Cueva, (1977) El desarrollo del capitalismo en América Latina
Comentarios
Publicar un comentario