¿Porque matar la semilla de la esperanza y la libertad?
Estado Necropolítico, niñez y Juventud
¡Bienvenidas todas las sonrisas, el sol, la luna y las estrellas! ¡Bienvenidos los niños y las niñas! ¡Ángeles de paz, en tenebrosos tiempos de guerra!
Fragmento del poema “Corazón de la nueva humanidad”
Escrito por Juan Almendares
Después de la llegada de los 300 marines a Honduras el 5 de junio del 2019 para apoyar al gobierno en el manejo de la criminalización de la protesta social, se incrementó la política represiva y violenta contra estudiantes y maestros de educación secundaria y de la Universidad Autónoma de Honduras (UNAH).
A partir de entonces se produjo una mayor militarización y violación a los derechos humanos en los centros de enseñanza, así como el encarcelamiento y victimización de los participantes en la protesta social.
El 18 de julio de 2019, en el primer centenario del nacimiento de Nelson Mandela las ordas vandálicas armadas de la policía militar y otros cuerpos represivos del Estado, asaltaron el Instituto José Trinidad Reyes, sin pedir autorización rompieron las cadenas de los portones, tiraron bombas lacrimógenas en las aulas, golpearon a maestros y maestras a niños y niñas, torturaron en forma pública a estudiantes para apresar entre 5 o 6 Jóvenes y los llevaron a la principal posta policial en San Pedro Sula y con una gran eficacia se presentaron miembros del Ministerio Publico para acusar a las víctimas y no a los victimarios y proceder a justificar el encarcelamiento.
Este acto de barbarie y terrorismo de estado, es un indicador del entrenamiento que están recibiendo los cuerpos militares y policiales hondureños que son subalternos al Comando Sur.
El fenómeno de tortura física y psicológica es un indicador de que no solamente se trata de elementos de las fuerzas represivas, sino también de los cuerpos de inteligencia y de todo un sistema articulado que incluye más del 90% de las estructuras de comunicación, así como de todos los cuerpos del poder: Ejecutivo, Legislativo y Judicial como también aquellos intelectuales orgánicos a la estructura represiva formando parte de este sistema de terror ante el cual debemos unir el pueblo y la solidaridad de todos los pueblos del mundo para transformar y también transformar nuestra conciencia para protestar ante estos actos de injusticia, humillación y crimen contra los niños niñas, mujeres y la juventud, por lo tanto rebelarnos y transformar esta realidad injusta , cruel y degradante. En consecuencia, guardar silencio es complicidad con el crimen que sufre nuestro pueblo por la política imperial del pentágono y de este gobierno servil que ha dejado de ser hondureño.
Para analizar la violencia contra los niños y los jóvenes en Honduras, tenemos que pensar en el sentido histórico de tal forma que después de la segunda guerra mundial los héroes nuestros eran los marines de Estados Unidos, promovido ese heroísmo a través de las películas de Hollywood, por otra parte, nos planteaba nuevos héroes que rompieron cierto valores creados por nuestros mitos y por la historia de nuestros próceres, ya que presentaban a los mexicanos y latinoamericanos como violentos y como personas poco inteligentes, por lo tanto, también sirvió mucho el personaje de Tarzán para desarrollar la idea de la supremacía del hombre blanco sobre el hombre negro y desde luego en un sentido patriarcal se manifestaba la idea de inferioridad de los colonizados.
El otro personaje promovido por Hollywood fue Superman, que también era blanco y poderes superiores que en forma singular sintetizaba la superioridad del poder imperial.
Con respecto a los niños, niñas y jóvenes, aparecieron los siguientes medios de influencia: Los dibujos animados, comics y las muñecas Barbies, todos ellos orientados a la violencia y a la creación de valores colonialistas.
En síntesis, se produjo todo un adoctrinamiento de considerar la superioridad colonial e imperial de Estados Unidos y Europa sobre nuestros pueblos a tal grado que se desarrolló la “blanquitud” que es un concepto elaborado por Bolívar Echeverría, lo cual se considera que no está en el color de la piel si no quererse parecer sobre todo al angloamericano y a despreciar la cultura de América Latina y desde luego a considerarnos inferiores a la supremacía imperial.
Posteriormente surgieron las pandillas y los gánsteres de New York y Chicago, muchos jóvenes imitaron estas conductas violentas que observaban en las películas de Hollywood.
Para fraseando a Von Clausewitz la geopolítica es la “continuidad de la guerra por otros medios” sin embargo si agregáramos el pensamiento de Veneman podemos decir que la guerra es la geonecropolitica por otros medios y esto se aplica a el caso Honduras que es uno de los países que después de Brasil tiene una de las mayores cantidades de puntos de contactos geográficos, tantos en los espacios terrestres, marítimos, aéreos y conecta el Atlántico con el Pacifico a través del corredor seco Honduras y El Salvador, por consiguiente es una de las áreas más estratégicas de la geopolítica de expansión de Estados Unidos en América Latina y el Caribe, sin embargo la necro política (la política de muerte) se ha ido observando históricamente con mucha objetividad dado que es un país que no solamente es utilizado al principio como una base militar de agresión a los países centroamericanos sino que progresivamente se ha convertido en un laboratorio experimental de guerra psicológica, ideológica, mediática, teológica, económica y uno de los experimentos de golpe de estado militar cuya tendencia es a hondureñizar la política con respecto a Latinoamérica y el Caribe.
Estadísticas recientes de Casa Alianza Indica que 7 niños han sido asesinados con armas de fuego por la fuerzas militares y policiales a partir del 2016 hasta la fecha actual.
Ultimo caso se trata de Estefany Quiroz, niña de 11 años quien fue asesinada cuando se transportaba con su padre alto dirigente de la protesta social en un auto manejado por él, hecho que consideramos un monstruoso crimen.
Este acto criminal, desde la necro política es un acto que produce un profundo dolor colectivo y es un hecho de tortura psicológica que afecta no solamente la familia sino la comunidad del sur y todo el país, y que constituye también una forma de herir la conciencia a los grupos opositores y sembrar la desesperanza en la niñez y la juventud en la lucha por la libertad y la liberación de nuestro pueblo.
Ante este proceso de neocolonización militar, el sujeto social hondureño es un sujeto multifragmentado y la llamada unidad se trata de realizar a nivel de cupulas y no a nivel de las relaciones de las bases y las dirigencias, por eso consideramos que ante el sujeto multifragmentado cabe el sujeto comunidad-pueblo-histórico-social, que articula la vida plena en una relación colectiva con la madre tierra donde prevalezca el amor y la solidaridad humana y planetaria.
Como decía Morazán: “La educación es el alma libre de los pueblos”.
“La nueva sociedad será el tejido maravilloso donde el hilo, la red, la mano y el cerebro en el amor”.
Fragmento, poema “Abrazar la sonrisa del Amanecer” por Juan Almendares
¡Alta es la noche y Morazán vigila al Comando Sur y a las Fuerzas Armadas subalternas de Honduras!
Tegucigalpa 19 de julio de 2019
Juan Almendares Ex Rector de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y ex alumno del Instituto José Trinidad Reyes.
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