BANALIDAD DEL MAL: TORTURA Y DESAPARICIÓN FORZADA
Juan Almendares
Cuatro fenómenos han escandalizado a Honduras en los últimos años:
Primero, es la pandemia del coronavirus (Covid 19) , que ha estado precedida y acompañada de las epidemias de pánico, corrupción, violaciones a la soberanía alimentaria: epidemia de prediabetes, diabetes e hipertensión arterial por las compañías transnacionales que producen hambre y mala nutrición por comidas chatarras y la escandalosa epidemia de la corrupción.
Segundo, la desaparición forzada de dirigentes garífunas (OFRANEH) como parte de la existencia de un estado policial, militar, persecutorio y violador de los derechos humanos.
Tercero, la política sobre los centros penales con el desarrollo de masacres y genocidios carcelarios que han convertido estos centros en verdaderos campos de concentración, cuyo nombre se ha modernizado con prisiones de máxima seguridad que equivalen a máxima tortura, tratos crueles inhumanos y degradantes.
Cuarto, la sentencia judicial de encarcelamiento e inhabilitación de la diputada María luisa Borjas por sus constantes denuncias de violación a los derechos humanos y el esclarecimiento del crimen de Bertha Cáceres, heroína, defensora del medio ambiente cuyo asesinato por autores intelectuales y algunos materiales continúan impunes.
En las últimos meses, se ha aterrorizado el país con asesinatos de dirigentes garífunas, desapariciones forzadas y la proliferación viral, contagios en las cárceles, represión, criminalización de la protesta y ausencia de los derechos económicos sociales y privilegio de las maquilas, el extractivismo en menoscabo de las microempresas y el despido masivo de la clase trabajadora.
El Congreso Nacional de la Republica de Honduras, produjo gran revuelo en las organizaciones de derechos humanos a nivel nacional e internacional al nominar como designado del congreso al sub director del Instituto Nacional Penitenciario (INP) como integrante del El Mecanismo y Comité Nacional de Prevención Contra la Tortura y Otros Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes (CONAPREV). A criterio de organizaciones de derechos humanos esta designación es incompatible con la ley y la ética y corresponde a una trivialización de los crímenes de lesa humanidad como es la tortura.
La filósofa judía Hanna Arendt, utilizó el término “Banalidad del mal”, cuando fue testigo del juicio de Eichmann, militar nazi responsable como dirigente de la programación de la muerte en los campos de concentración Nazi. Eichmann consideraba que el solo cumplía órdenes del Estado y que era un ciudadano ejemplar con su familia y que moralmente cumplía con la doctrina del Estado nazi.
No obstante, otros critican a Arentd porque consideraban a Eichmenn como un monstro criminal, en otras palabras, la banalización del mal es una idea donde es más responsable el sistema que la persona. Como no es el propósito de este articulo esta discusión filosófica, pero en todo caso el crimen contra los 6 millones de judíos, la matanza de más de 5o millones de indígenas y negros en América por la colonización, más de un millón de personas en la guerra de Vietnam, Afganistan e Irak, la violación a los derechos humanos de los del pueblo palestino, no son actos banales, son horrendos y producto de una ideología y política del capitalismo salvaje.
Dos Hechos notables es que la conducción principal del Congreso actual de la República de Honduras, está presidido por un médico, la vicepresidencia por un médico forense que coordina la política de salud y una médica que dirige el programa de modernización y comunicación.
El segundo hecho, es que los médicos de Honduras en su código de ética prohíben participar en actos de la tortura así como la gestión y promoción de este crimen de lesa humanidad., tal como se señala en el código de ética del Colegio Médico de Honduras:
1ARTICULO 59. Con respecto a la protección de presos y detenidos, contra la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes se estipula que es una grave contravención a la ética médica que los médicos y el personal de salud bajo su cargo, tome parte activa o pasiva, en actos que constituyen participación, complicidad, incitamiento, intentos de tortura u otro trato cruel, inhumano o degradante.
Ante la situación nos hacemos la siguiente pregunta ¿Por qué el Congreso violando los principios éticos y la ley del CONAPREV propone a una persona que se distinguió por seguir la política del Estado en las cárceles de máxima seguridad, máxima tortura, máxima corrupción, introducción de armas letales, los asesinatos quedaron impunes. ¿Por qué se viola el código de ética profesional que considera que el medico no debe ser promotor ni gestor de la tortura? ¿Por qué algunos médicos niegan la desaparición forzada de los garífunas donde se trata no solamente de racismo, clasismo, y no se protesta contra este acto criminal. Y ¿Por qué el congreso no se solidariza en pleno con María Luisa Borjas?
Hemos dejado planteadas estas preguntas y es un desafío para los médicos que están en el congreso nacional, para los abogados y otras profesiones que incluso alguno de ellos pertenecen a la cultura garífuna. Asimismo es necesario que se manifieste el Colegio de Abogados, la Facultad de medicina y de derecho; excluyo a la junta directiva del Colegio Médico que ha luchado contra la tortura y se ha mostrado solidaria con la lucha del pueblo garífuna.
Desde luego, enfatizamos que habría que clarificar si esta política fue producto de la banalización del mal o de una política de tortura y de desaparición forzada por parte del estado hondureño. En base a lo anterior, existe el compromiso de cada diputado propietario y suplente, no importa de qué partido sea, de definir su posición ante el pueblo y ante el mundo si son partidarios de la tortura y la desaparición forzada o están con una expresión en contra de estos crímenes que rechaza la humanidad mundial.
En consecuencia con lo anterior, expresamos la solidaridad con el pueblo norteamericano que lucha contra el racismo y condenamos el asesinato brutal perpetrado la policía norteamericana contra George Floyd Jacob Blake.
Asimismo invitamos a la unidad de todos los pueblos del mundo para luchar contra la política imperial racista de la cual somos objeto por la ocupación militar de estados unidos de América y reconocemos la solidaridad del pueblo norteamericano, europeo, ruso, asiático , africano y australiano con los pueblos de Latinoamérica y el Caribe.
Gracias Doctor por tan profundas reflexiones que tan necesita nuestro pueblo.
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