La audacia fotográfica y la brutalidad contra las migrantes
El estructuralista Roland Barthes, manifestó que la fotografía era el arte de la muerte puesto que, lo que produce es una imagen estática como si se detuviera el movimiento, a diferencia del cine que es el arte en movimiento; hay que recordar que no obstante, que Barthes fue un estructuralista más avanzado que Ferdinand de Saussure sin embargo, a nuestro juicio el arte fotográfico captura un instante de la imagen que según el contexto y el momento histórico es fundamental para interpretar la realidad.
No hay duda que el cine constituyó una etapa más avanzada y más rica que la fotografía, pero es precisamente la participación del sujeto o del artista que le da fuerza, contenido y sentido estético que mueve la conciencia y el intelecto integral del que interpreta la fotografía, por consiguiente, esta técnica sigue siendo relevante para encontrar e significado de los hechos que se están estudiando tanto en la vida cotidiana como aquellos que son extraordinarios en la investigación del crimen y los acontecimientos que violentan los derechos humanos.
En otras palabras, el cine va a depender mucho de las cualidades artísticas, los compromisos políticos del cineasta y los temas estudiados porque, así como puede ser un arte valioso puede convertirse en un hecho banal, cuando no tiene contenido histórico ni el contexto de la realidad.
Whitney Godoy, una joven con gran talento en el periodismo investigativo y en la fotografía por su propia iniciativa y compromiso auténtico en la defensa de los derechos humanos, se dedicó a contribuir a la memoria histórica de los vencidos y a todos aquellos momentos de la violencia patriarcal y racista contra las mujeres que participaron en la masiva migración que ocurrió en el año 2018 niños, niñas, mujeres y hombres desde Honduras a raíz de la salvaje explotación capitalista de las transnacionales y de las empresas extractivas y el patrocinio de un Estado policial militar, persecutorio mantenido y protegido por el Comando Sur de los Estados Unidos, bajo el poder de una geopolítica militar estratégica como lo es Honduras.
En este éxodo masivo de familias se enjaularon los niños y niñas, se produjeron violaciones de mujeres, proliferaron el hambre y la miseria y la brutal represión de los perros guardianes serviles a los intereses de Estados Unidos de América.
El heroísmo de Whitney, se pudo observar en una colección de fotografías estratégicas cuya imagen son un fiel testimonio de tortura y crímenes de lesa humanidad que se siguen cometiendo sobre todo en las mujeres migrantes. Whitney continua su misión en defensa de los derechos humanos y su talento investigativo fotográfico se suma al talento de otra cineasta hondureña Katia Lara.
Estas dos valerosas mujeres con gran honestidad y creatividad artística continúan trabajando en el equipo técnico del Perro Amarillo y tienen el respeto de nuestro pueblo y los diferentes pueblos de América Latina y por sus posiciones han sido objeto de amenazas por sus detractores.
Tegucigalpa M.D.C 25 de septiembre de 2020
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